Más allá de la funcionalidad y la estética, la arquitectura tiene el poder de emocionar. La arquitectura emocional es aquella que se diseña intencionalmente para generar sensaciones: calma, asombro, recogimiento, calidez o incluso inquietud. En este espacio explicaremos brevemente el significado de diseñar para provocar emociones, por qué es importante y cómo puede llevarse a la práctica.
La arquitectura emocional se basa en la idea de que los espacios influyen directamente en nuestro estado anímico. No es una corriente nueva, pero ha cobrado fuerza en tiempos donde el bienestar, la experiencia personal y la conexión humana con el entorno cobran gran relevancia. Desde un monasterio silencioso hasta un lobby de hotel vibrante, cada espacio puede ser una herramienta emocional si está diseñado con intención.
En cada uno, la emoción no es un subproducto, sino parte del objetivo del diseño.
La arquitectura emocional nos recuerda que los espacios no solo se habitan: también se sienten, un aspecto el cual nosotros tenemos muy presente. Si deseas crear espacios con impacto para la gente que los habite, desde snapping podemos brindarte apoyo en la creación de tus proyectos mediante visualizaciones y diseño, para que tus clientes encuentren un hábitat con el que conectar emocionalmente y sentirse más cómodos de habitar dentro de sus paredes.